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Bienvenida a la aventura más emocionante de tu vida
El embarazo dura nueve meses. Ahí donde un cordón umbilical une dos corazones, dos mundos donde acontece algo maravilloso.
Aunque a primera vista pueda parecer que no, nuestras emociones pueden atravesar la barrera protectora de la placenta para acariciar también a nuestro bebé.
Durante el embarazo nos preocupamos de tener todo perfectamente preparado, pero...¿Qué pasa si sufres estrés?
Según muchos científicos solemos descuidar el mundo emocional de la madre, el cual, afecta al desarrollo del feto.
Educación emocional desde el útero materno
Vivette Glover, es especialista en psicobiología perinatal del Imperial College London y pionera en lo que actualmente se conoce como "educación emocional desde el útero materno".
Normalmente solemos ensalzar lo bonito de los embarazos, pero lo más importante es el poder conectar corporal y emocionalmente con el bebé.
La doctora Glover, realizó un estudio con 14.000 mujeres embarazadas donde se midió su nivel de ansiedad y estrés. Este seguimiento duró 5 años más para ver como crecían y maduraban aquellos bebés que se habían convertido en niños.
Descubrió que las mamás que llevaban un alto nivel de estrés tenían el doble de riesgo de que sus pequeños fueran diagnosticados con hiperactividad.
La placenta es como un filtro
Cuando la madre se encuentra en una situación de estrés, el hipotálamo libera una hormona llamada CRH, que propicia a su vez, que las glándulas suprarrenales segreguen cortisol.
La placenta actúa como filtro, y el cortisol, no suele traspasar la barrera ya que el cuerpo lo detecta como una sustancia "tóxica".
Sin embargo, si los niveles de la hormona CRH, son muy elevados, acaban atravesando la placenta para afectar directamente al feto y lo ponen en "alerta".
Una mente positiva te llevará a un embarazo bonito
Ve despacio, date prioridad, envuélvete de estímulos positivos.
Cambia el ritmo de tus jornadas, vive en el presente, disfruta de esta etapa, céntrate en regalarte momentos gratos y afrontar los cambios de tu cuerpo con normalidad.
El bebé lo siente y percibe todo.
Eso sí, cada mamá es totalmente diferente a otra y cada una vive su propio embarazo a su manera.
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